Ahorro de energía en la iluminación de viviendas

La iluminación es una de las necesidades energéticas más importantes de un hogar y representa, aproximadamente, la quinta parte de la electricidad que consumimos en la vivienda. Para conseguir una buena iluminación hay que analizar las necesidades de luz en cada una de las partes de la vivienda, ya que no todos los espacios requieren la misma luz, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad.

Consejos para el ahorro energético en iluminación

  • Siempre que sea posible, aproveche la iluminación natural.
  • Utilice colores claros en las paredes y techos: aprovechará mejor la iluminación natural y podrá reducir el alumbrado artificial.
  • No deje luces encendidas en habitaciones que no esté utilizando.
  • Reduzca al mínimo la iluminación ornamental en exteriores: jardines, etc.
  • Mantenga limpias las lámparas y las pantallas, aumentará la luminosidad, sin aumentar la potencia.
  • Sustituya las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo. Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más. Cambie, con prioridad, las que más tiempo están encendidas.
  • Las lámparas electrónicas duran más y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Se distinguen entre sí principalmente por el peso: las convencionales suelen pesar más de 400 gr y las electrónicas pesan unos 100 gr. Además, las electrónicas aguantan un mayor número de encendidos y apagados.
  • Adapte la iluminación a sus necesidades y dé preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirá ambientes más confortables.
  • Coloque reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico (no de reostato): ahorrará energía.
  • Use tubos fluorescentes donde necesite más luz durante muchas horas; por ejemplo, en la cocina.
  • En vestíbulos, garajes, zonas comunes, etc., es interesante colocar detectores de presencia para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente.

¿Sabías que…?

  • La eficacia luminosa de una lámpara es la cantidad de luz emitida por unidad de potencia eléctrica (W) consumida. Se mide en lúmenes por vatio y permite comparar la eficiencia de unas fuentes de luz con respecto a otras. La eficacia luminosa de las bombillas incandescentes se sitúa entre los 12 lm/W y los 20 lm/W, mientras que para las lámparas fluorescentes va desde los 40 lm/W a los 100 lm/W.
  • Las bombillas incandescentes sólo aprovechan en iluminación un 5% de la energía eléctrica que consumen, el 95% restante se transforma en calor, sin aprovechamiento luminoso.
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